¿La preocupación por un asunto legal no te deja descansar?

Tu caso no va a pasar por cinco manos. Solo por las mías.

Lo entiendo: no sabes si esto que te pasa tiene solución.

No sabes si te conviene moverlo, si te va a costar un dineral, o si vas a acabar peor por no entender nada.

Y lo peor: no sabes en quién confiar. Eso cambia en cuanto me lo cuentas.

Aquí no hay asistentes ni cadenas de correos eternos.

Cuando me contactas, hablas conmigo.

Te escucho, te explico lo que hay y lo que no, y te digo si merece la pena moverlo.

Cuando asumo un caso, me lo tomo en serio, como si fuera propio.

Tú me cuentas tu problema y yo me ocupo de buscar la solución.

Tradición legal con innovación digital.

Trabajo solo, pero contigo a mi lado.

Uso lo mejor del derecho y la tecnología para que no pierdas tiempo ni energía.

Me centro en darte respuestas claras, sin formalidades vacías.

Esto va de solucionar lo tuyo, no de parecer más abogado que nadie.

Hablo contigo. Te escucho yo, te defiendo yo. Así de simple.

¿Tienes un problema legal?

No hace falta que entiendas el derecho, para eso estoy yo.

Derecho civil

Accidentes, contratos, bancos, problemas con tu comunidad de vecinos... esas situaciones legales que pueden surgir en cualquier momento.

Derecho administrativo

¿Te has caído en la calle? ¿Un problema con el ayuntamiento? Te explico cómo reclamar.

Derecho penal

Cuando la situación se pone seria, necesitas a alguien que te defienda con firmeza y seguridad.

Ellos tenían un problema legal, hoy tienen una solución

Tu cabeza necesita descansar.
Tu caso necesita alguien que lo entienda

Hablamos tú y yo. Sin filtros, sin promesas que no se cumplen, sin rodeos.